
Detrás del silencio administrativo, muchas veces se esconden verdades que incomodan. Y esta verdad, incomoda bastante.
Han pasado más de diez años desde que la Corporación Municipal de Educación de Linares convocó por última vez a un concurso público para directores de escuelas y liceos, sí, una década, diez años sin que se garantice el proceso que la ley exige para dotar de liderazgo estable y profesional a nuestros colegios municipales. ¿La ley? Clarísima: la subrogancia de directores no puede extenderse más allá de seis meses, pero en Linares… eso parece letra muerta.
Y es que, en Linares, se da una situación particular y poco transparente: una suerte de “mixtura” entre la Corporación de Educación y el DAEM (Departamento de Administración de Educación Municipal). Una especie de fusión operativa que en los hechos ha diluido responsabilidades y ha permitido que decisiones clave —como los nombramientos— queden en una especie de limbo administrativo, sin control ciudadano ni exigencia de rendición de cuentas debido a la falta de compromisos de gestión
Hoy, 36 establecimientos municipales siguen funcionando con directores subrogantes, nombrados una y otra vez, en un ciclo que se ha vuelto la norma y no la excepción, y es que, como suele decir un conocido humorista chileno, “¡sospechosa la cuestión!”.

¿Quién debería designar a los directores?
Según la ley se debe convocar a un concurso a través de alta dirección pública dentro de esta lógica institucional, el presidente del directorio de la Corporación es quien debe gestionar este proceso y hacer la convocatoria, en Linares, ese cargo lo ocupa nada menos que el alcalde, por lo tanto, se encuentra en la obligación de realizar el llamado a concurso, no es un tema menor, no se trata de tecnicismos, se trata de voluntad, Se trata de responsabilidad con el sistema educativo de la comuna.
Y ojo, esto no solo afecta a los establecimientos escolares, cargos como el director comunal de educación y los jefes/as de Unidad Técnico Pedagógica UTP comunal también deberían ser definidos por concursos públicos, procesos abiertos y transparentes. ¿Dónde están esos concursos?
https://www.directoresparachile.cl/index.aspx

Entre la espera del SLEP y la desidia
Es cierto que Linares está ad portas de pasar al SLEP (Servicio Local de Educación Pública), lo que podría cambiar el escenario de fondo, pero eso no borra los años de negligencia acumulada, no justifica el abandono de un principio básico: que las comunidades escolares merecen liderazgos estables, legítimos, con méritos probados, con compromisos de gestión y no cargos provisionales eternamente prorrogados.
La verdad es que, detrás de cada director subrogante, hay una comunidad educativa que espera certezas, equipos docentes que necesitan orientación clara, familias que confían en una dirección sólida y niños, niñas y jóvenes que merecen algo mejor que la improvisación.
Entonces, la pregunta inevitable es:
¿Por qué se ha permitido esta situación durante tanto tiempo?
¿Por qué nadie ha levantado la voz desde dentro de la propia corporación?
¿Dónde quedó el respeto por la institucionalidad, por los procedimientos, por la ley?
Donde ha estado la labor de los concejales que han tenido a cargo la comisión de velar por la educación y se han transformado en testigos mudos
Quizás sea hora de dejar de mirar para el lado, porque lo que está en juego no es solo un trámite, es el futuro de cientos de estudiantes que merecen una educación pública con liderazgo fuerte, transparente, comprometido y de calidad